
La valoración de empresas es un arte porque se requiere de diferentes tipos de estrategias para alcanzar el objetivo al momento de brindar un número real a un activo o en su defecto a una entidad o negocio. Usamos métodos y técnicas que nos permiten determinar aquellas variables cuantitativas y cualitativas que hacen de la valoración un pilar importante para toda entidad. Son muchos los involucrados que se encuentran al momento de valorar una entidad, desde el suplidor hasta el cliente o consumidor tienen un efecto de relevancia cuando se desea valorar una empresa bajo criterios que van más allá de una simple valoración.
Hoy en día existen muchas fusiones y adquisiciones que van de la mano a una previa valoración de las entidades involucradas, permitiendo brindar un valor a cada activo o entidad en función a su desempeño en el mercado al cual pertenecen o a su valor económico de mercado como tal. La valoración de empresa depende mucho del país en donde se encuentre y sus respectivas leyes, del valor de la marca, tipo de moneda, del método a implementar, de la directiva que hace frente a las operaciones del día a día, si la entidad cotiza o no en bolsas de valores, así como de otras variables que van de la mano con el mercado al que pertenece.
En conclusión, cuando valoramos una entidad conocer su historia, el presente y lo que se proyecta a futuro, son los puntos focales al momento de dar este paso de la valoración.
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